domingo, 3 de mayo de 2015

El MODELO CLÁSICO DE JEFATURA Y EL ROL DE LAS REDES DESCENTRALIZADAS EN EL DESARROLLO POLÍTICO DE COAST SALISH (de Colin Grier)

En la traducción que hoy les comparto, Colin Grier analiza las formas de organización política de los pueblos Coast Salish del Noroeste de Norteamérica. A pesar de observarlas como sociedades con marcada diferenciación social, éstas no responden al modelo tradicional de "jefatura", dado que no poseen formas de poder centralizado. Esto lo llevó a cuestionar la utilidad del modelo y definición clásico de "jefaturas", para luego proponer la idea de "jefaturas anárquicas".
El texto que a continuación transcribo, fue presentado en The 31st Annual Meeting of the Theoretical Archaeology Group. 17-19 December. Department of Archaeology, Durham University, en el año 2009.


TAG 2009 – Durham
Informando sobre “Jefaturas” Anárquicas: El Modelo Clásico de Jefatura y el Rol de las Redes Descentralizadas en el Desarrollo Político de Coast Salish.

Colin Gier
Department of Anthropology, Washington State University
Pullam, WA USA 99164-4910

Department of History, Kyung Hee University
Seoul 130-701 South Corea

Traducido por: Leonardo Faryluk
@lfaryluk

Resumen:
Este trabajo examina el concepto de centralización en el estudio de sociedades de pequeña escala, argumentando que el predominio de la noción antropológica de “Jefatura” y su énfasis en la centralización ha frenado el desarrollo de modelos alternativos sobre organizaciones políticas descentralizadas. Usando los principios de autonomía local y estructuras de toma de decisiones descentralizadas como punto de partida, este artículo evalúa críticamente la relevancia teórica y empírica de las Jefaturas en relación a la organización política de los pueblos Coast Salish pasados y recientes del suroeste de Columbia Británica, Canadá. Los Coast Salish combinaron increíbles grados de afluencia (y disparidad en la afluencia), clases sociales formalizadas, y redes regionales ente elites en un enfoque organizacional que se conforma como una red anárquica más que como un sistema político jerárquico. ¿Por qué sus políticas siguieron esta trayectoria? ¿Por qué las redes de relación entre elites en Coast Salish surgieron entre los 2000 y 1500 años atrás no reconfiguradas bajo un sistema con jerarquía regional? Desde una perspectiva diacrónica, describiré como los principios del anarquismo pueden ser usados para modelar la emergencia de sistemas políticos descentralizados y organizaciones sociales complejas carentes de políticas jerárquicas regionales.

Introducción:
Debo confesar que arribé a la Teoría Anarquista no a través de un profundo interés en los objetivos políticos de dicha teoría, sino por el hecho más egoísta de necesitar hallar una perspectiva antropológica adecuada – esto es, capaz de explicar las bases organizativas de una particular nueva forma de sistema político indígena registrado para los pueblos Coast Salish de la Costa Noroeste de Norteamérica.
El área cultural de la Costa Noroeste contrasta con los modelos desarrollados para explicar los orígenes de las sociedades complejas. Desde el punto de vista tradicional, las sociedades complejas son agrícolas. Por supuesto, a lo largo de las últimas tres décadas, los cazadores-recolectores, incluidos aquellos de la Costa Noroeste, han sido paulatinamente reconocidos como sociedades “complejas”, o por lo menos como “poseedoras de algunos rasgos de las sociedades complejas”, tales como un sistema económico de retorno, producción excedentaria, asentamientos sedentarios, concentración material, desigualdad social y marcada diferenciación de status.
Las sociedades de la Costa Noroeste, poseyendo efectivamente todo lo mencionado, han sido difíciles de caracterizar políticamente. A veces han sido referenciados como “Jefaturas” dada la presencia de “Jefes” de alto status. En muchas instancias, esto es simplemente la equiparación de una fuerte diferenciación de status con el sistema político representado por el término “Jefatura”.
Pero desacuerdo respecto a la naturaleza de la organización política de las sociedades de la Costa Noroeste también existen a nivel estructural, quizás mejor reflejada en el debate los Snoqualmie de Puget Sound, cerca de Seattle constituyen una Jefatura en el sentido formal. Discutiendo su organización política, Tollefson propuso (desde su punto de vista, retóricamente) la pregunta: “¿Cómo puede un modelo de autonomía local explicar cómo cientos de pequeños asentamientos, compitiendo por riquezas, esclavos y prestigio, ser capaz sus relaciones inter-poblacionales?”. Su perspectiva implica que no podrían sin un nivel de organización tipo Jefatura, esto es, sin la centralización de la autoridad y la toma de decisiones.
Sugerir aún que las interacciones regionales complejas y formalizadas requieren un estilo de organización política tipo jefatura es obviar las bases empíricas de la realidad.
Los Coast Salish del suroeste de Columbia Británica y el Noroeste del Estado de Washington construyeron un sistema político altamente formalizado, basado en el status, que fue tanto complejo como de alcance regional, pero, como discutiré, permaneciendo descentralizado y basado en la autonomía local de sus “Jefes”. Esta situación aparece como no igualitaria pero tampoco como una Jefatura en el sentido clásico y formal, otorgando a la arqueología y la etnografía en una significativa brecha explicativa.
Esta brecha explicativa, sin embargo, a mi modo de ver, hunde sus raíces no en el caso en sí sino en la falta de ajuste de los modelos que hemos estado usando para el análisis. El caso Coast Salish expresa claramente que los pueblos cazadores-recolectores, en ciertas circunstancias, persiguieron una elaboración de sus organizaciones políticas formales que van más allá de lo apreciado por los arqueólogos y antropólogos. Los Coast Salish representan una instancia de complejidad social más cercana a la elaboración horizontal que a la transformación jerárquica.
En este trabajo apunto a la naturaleza de la organización política Coast Salish a una escala regional, considerando cómo los sistemas complejos emergieron en la forma que lo hicieron, y por qué los sistemas de redes horizontales que emergieron no fueron, en última instancia, reconfigurados en una jerarquía política regionalmente centralizada. Responder a esta pregunta requiere confrontar más ampliamente la vieja percepción arqueológica  de que la centralización es un proceso inevitable en la emergencia de las sociedades complejas.
Mi objetivo es dar luz a un sistema de red anárquico que probablemente ha sido poco reconocido como parte del pasado humano porque simplemente no hemos usado los lentes correctos que nos permitan poner esto en foco. Y, que los anarquistas en esencia están en lo correcto, respecto a que los sistemas políticos descentralizados que teóricamente visualizaron han sido, de hecho, desarrollados en el pasado humano, quizás más substancialmente y a mayor escala que las recientes versiones que pueblan como pequeños atolones la superficie de un mar de capitalismo moderno.

La Arquitectura de los Sistemas Políticos Coast Salish:
Para el período etnográfico de la Costa Noroeste, mucho del debate se ha centrado en la naturaleza del poder político y la búsqueda de poder a varios niveles en que la autoridad se manifestó. Muchos investigadores reconocieron  una clave central de autoridad y poder al nivel de los grupos corporativos multifamiliares basados en las grandes casas largas. Ken Ames fue más lejos al remarcar que la familia extensa fue la política, con una organización política no formalizada reconocible a escalas mayores.
Argumento que esta perspectiva, aunque adecuada en su énfasis en la familia extensa como escala organizacional clave, subestima la importancia de la situación regional.
Las familias extensas participaron en un sistema político formal que cubrió toda la región del Golfo de Georgia.
Los actores principales en esta red política fueron los Jefes Familiares, o más correctamente, los cabezas de las familias extensas, así como otros individuos bien posicionados en la familia extensa quienes, como parte de una facción basada en ésta, debieron también actuar en interés de ellas.
Las elites familiares tendieron lazos externos, formalizando típicamente dichos lazos mediante relaciones matrimoniales (o afines).
La suma total de redes de elites de jefes de familia alcanzó una escala regional, operando esencialmente de forma autónoma para negociar relaciones de intercambio mutuamente beneficiosas.
El sistema de intercambio de la elite, como fue definido por Wayne Sutiles, funcionó con múltiples fines:
1-      Facilitando el acceso, por medio del intercambio y el acceso directo negociado, a recursos distantes: de subsistencia, sociales, políticos y simbólicos.
2-      Como la red era exclusiva para las elites, sirvió para delinear y reforzar la pertenencia a un estrato de elite.
3-      Actuó como sistema para la circulación de bienes de prestigio y conocimiento reforzando las diferencias sociales locales y, nuevamente, la pertenencia a un estrato de elite.
Estos elementos regionales han sido poco reconocidos como un sistema político formal porque no se adecuan al modelo de Jefatura en el sentido clásico, y por ende fueron tratados analíticamente en términos de las menos formales “interacciones regionales” o “esferas de interacción”.
Lo que es claro es que este sistema fue una política regional compleja y formalizada que puede ser caracterizada como descentralizada, un sistema de red en que los nodos (familias extensas representadas por sus cabezas) actuaron autónomamente y donde eran libres de asociarse cuando lo veían adecuado.
Las estructuras políticas intra comunitarias fueron en comparación, débilmente desarrolladas. Tenemos, respecto a los Salish, pocas descripciones de posiciones de autoridad persistentes al nivel de la comunidad. La mayoría de los etnógrafos de los Salish resaltan la carencia de significancia política de las comunidades, excepto quizás en la defensa y en las ceremonias del potlach. Mientras que la comunidad era una importante unidad social, esta no era un actor dominante o políticamente unificado.
Soy de la opinión que la falta de emergencia de una organización política a nivel comunidad es la clave para entender la inherente resistencia de las redes de intercambio de la elite a la centralización. La fortaleza y acceso a lazos externos permitió a las cabezas de las familias extensas locales un intento final por centralizar el poder y el control local al interior de las comunidades.

Centralización y Sistemas de Asentamiento Arqueológicos:
Revisando la información etnográfica, hay profundos elementos históricos para la emergencia de este sistema, involucrando una creciente formalización y exclusividad de las conexiones regionales de la elite a lo largo del tiempo. Sin embargo, el registro arqueológico revela la circulación de materiales a grandes distancias hace más de cinco milenios atrás. Pero, hacia el 2000 AP estas relaciones de intercambio, de alguna manera informales, dieron paso a un sistema mucho más formalizado en el que los bienes de prestigio y las idea (estandarizadas en objetos rituales) comenzaron también a circular. Este desarrollo parece haber ocurrido en relación con la emergencia de la desigualdad social y la estratificación social, incluyendo potencialmente esclavitud, en algún momento del segundo milenio AP.
La naturaleza de los sistemas de asentamiento en la región en este tiempo muestra también la emergencia de una red nodal, reflejando la emergencia de un sistema político en red. El modelo clásico de Jefatura postula la centralización y el asentamiento jerárquico a escala regional, donde uno o unos pocos grandes centros (típicamente asientos del poder) eran nodos centrales en una red espacial jerarquizada (control jerárquico) que se extendía hacia asentamientos de nivel medio, y finalmente, a un tercer conjunto de pequeños o periféricos asentamientos.
La investigación de patrones de asentamiento regionales y la aplicación de tal modelo a la Costa Noroeste han llegado a su límite. La identificación de distintas “líneas” de asentamientos en la Costa Noroeste está desafiada por una variedad de metodologías regionales que no revisaré aquí.
Qué vemos sobre la región con la información que disponemos es pueblos relativamente similares en una variedad de puntos del paisaje, con el factor común de poseer múltiples casas largas y entierros de elite.
Por ejemplo, el sitio Scowlitz (Lepofsky et al. 2000), localizado en Fraser es el primer ejemplo de una población importante en la red regional. El sitio contiene restos de casas y el montículo funerario más grande conocido en la cuenca del Río Fraser en por lo menos los últimos 2000 años. Pueblos y montículos funerarios similares fueron encontrados en toda la región.
De modo interesante, Scowlitz está situado en una zona muy productiva para la adquisición de salmón. Los nodos centrales en el paisaje equiparando recursos y producción han sido argumentados por Clark y Blake en particular como emplazamientos donde el proceso de centralización comenzó, al estar situados en posiciones clave de la economía regional y las relaciones políticas, siendo así los únicos habilitados para orquestar estas relaciones.
Claramente existieron sitios grandes como nodos de producción de recursos en el Golfo de Georgia y a lo largo del Río Fraser, aunque no tenemos aún evidencia convincente respecto a que ciertos asentamientos estaban cualitativamente más allá de sus pares.
Sobretodo, no hay jerarquía de sitios como indicadores de una política regional centralizada, apoyando la idea que existió otra forma de organización regional a lo largo de los últimos dos milenios. La información es consistente con un sistema nodal, anárquico, más que con una política regional jerarquizada.

Conclusiones:
Obviamente cualquier debate respecto a la terminología tiene menos consecuencias que la cuidadosa documentación del sistema en sí; tipologizar no es el objetivo.
Pero, si nuestro criterio es:
a-      Centralización – entonces la respuesta debe ser “no”.
b-      Regionalización – entonces claramente la respuesta es “si”.
c-      Relaciones políticas formalizadas – entonces “si”.
d-     Control de los recursos por la elite – “si”.
Como vemos, el sistema político Coast Salish puede ser esencialmente definido como una Jefatura sin centralización.
Este reconocimiento provee las bases para proponer una “jefatura anárquica” – una particular forma de estructurar el sistema político regional que fue en un sentido real anárquico – esto es, sin gobernantes apicales.
Una pregunta final puede ser, ¿Qué mantuvo a tal sistema anárquico? ¿Por qué la centralización no ocurrió a pesar de las reales posibilidades de hacerlo?
No siento que la respuesta pueda hallarse en alguna supuesta limitación, como que carecían de agricultura. Más clásicamente, se han registrado Jefaturas centralizadas para cazadores-recolectores, tales como las jefaturas Calusa en Florida, las jefaturas Chumash en California, y los desarrollos de jefaturas centralizadas en el período histórico de la Costa Noroeste misma (Martindale, 2003). Esto es posible.
Así que, quizás debemos buscar por qué tal sistema pudo desarrollarse.
Un punto interesante a considerar es que en una red anárquica la autonomía de los nodos (entendidos como familias extensas) significa la recolección de información y la toma de decisiones por sí mismos, un enfoque más eficiente (y apropiado) localmente, que el procesamiento centralizado de la información.
No hay cuestiones de stress a ciertas escalas (Jonson, 1982), así como no son requeridas para la acción decisiones plenamente consensuadas – solo por aquellos que de buena gana participasen. Así, no hay argumento de que había un techo inherente a la escala organizacional de una “política” descentralizada.
Una conclusión clave es entonces que la centralización no debe ser vista como una trayectoria inevitable en la emergencia de sistemas políticos de gran escala.
Así, esto es mejor para ver el desarrollo y la persistencia del intercambio de elite como atribuible a las prácticas de actores sociales en el sistema, incluyendo el activo mantenimiento de los principios de autonomía y toma de decisiones locales así como una consciente resistencia a la idea de centralización en si misma – principios centrales del anarquismo.
En este sentido el anarquismo nos ayuda mucho, en cuanto permite iluminar como una amplia base de individuos puede regular un sistema expansivo con decisiones locales – un punto negado por aquellos que promueven la centralización y la autoridad jerárquica como inevitable y parte necesaria de la condición humana.

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