Pierre-Joseph Proudhon, nacido
en un pueblo del interior de Francia en 1809, trabajó como pastor y como
aprendiz de tipógrafo. En su primer trabajo, “¿Qué es la Propiedad ?” de 1840,
sienta las bases del anarquismo moderno, al denunciar la desigualdad producto
de la concentración del poder económico y de la propiedad privada. Para él, la
base de la economía debe ser la familia y la propiedad familiar, desapareciendo
el gobierno, el crédito, la banca y el dinero. Luego de las Revoluciones de
1848, funda un banco crediticio que otorgaba créditos sin cobrar intereses. Pugnaba
por una sociedad con sentido ético y moral sin necesidad de un gobierno rector.
Algunas de sus obras, aparte de la mencionada, son: Sistema de contradicciones
económicas o Filosofía de la
Miseria (1846), De la justicia en la Revolución y en la Iglesia (1858), El manual
del especulador de la Bolsa
(1853), La Guerra
y la Paz (1861), El
principio federativo (1863), De la capacidad política de la clase obrera (1865),
Teoría de la Propiedad
(1866), Del principio del arte y su destino social (1875), La Pornocracia , o las
mujeres en los tiempos modernos (1875), Amor y matrimonio (1876), Cesarismo y
cristianismo (1883), Jesús y los orígenes del cristianismo (1896). Reconocido como el máximo exponente
del Mutualismo, fallece en París en 1865.
P.J. Proudhon
Claude Lévi-Strauss, nacido en
la capital de Bélgica en 1908, estudió Filosofía y Derecho en la Sorbona. A mediados de la década
de 1930 se muda a Brasil para trabajar como docente de sociología en la Universidad de São
Paulo, iniciando sus trabajos de campo sobre comunidades indígenas del Mato
Grosso y la Amazonia. En
la década de 1940 viaja a Estados Unidos y es influenciado de manera decisiva
por el estructuralismo lingüístico, por lo que, vuelto a Francia, la
perspectiva que toman sus trabajos lo llevan a ser el fundador de esta
perspectiva en antropología. Su trabajo se centra principalmente, en el estudio
de las estructuras de las relaciones de parentesco y los mitos. Sus obras más
conocidas son: Estructuras elementales del parentesco (1949), Antropología
estructural (1958), Tristes trópicos (1955) y El pensamiento salvaje (1962), así
como textos más breves tales como Lo crudo y lo cocido (1964), De la miel a las
cenizas (1966), El origen de las maneras en la mesa (1968) y El hombre desnudo
(1971). Fallece en París el año 2009.
C. Lévi-Strauss
El antropólogo Guilherme Falleiros, de la Universidad de São
Paulo, viene trabajando hace varios años en la relación existente entre el
pensamiento anarquista y las comunidades indígenas del Amazonas. En la breve
traducción que sigue a continuación (cuya versión original pueden hallar en su
perfil de Academia: https://usp-br.academia.edu/GuilhermeFalleiros
), explora de forma introductoria los puentes existentes entre Proudhon y Lévi-Strauss,
sobre todo en relación al uso por parte de ambos de una dialéctica monotética, y
la forma que, en algunas comunidades indígenas, se expresan las formas de
organización federativas:
Aproximación a una
hipótesis de diálogo entre Pierre-Joseph Proudhon y Claude Lévi-Strauss
Autor:
Guilherme Falleiros
gljf@usp.br
Presento un intento de
introducción a una hipótesis teórica correspondiente a una investigación
personal mayor sobre el diálogo entre formas políticas y amerindias.
Ganadero, tipógrafo, comerciante
y académico francés de mediados del siglo XIX, Pierre-Joseph Proudhon fue el
primer autor y activista declaradamente anarquista. Su obra fue recuperada por
Célestin Bouglé a inicios del siglo XX, influenciando a la Escuela Sociológica
Francesa y desarrollando una corriente sociológica propia cuyas producciones
fueron poco traducidas al portugués [idioma original del texto] – lo que se ha
ido superando paulatinamente con proximidad a los 150 años de su muerte, en
2015.
Su pensamiento, ni kantiano, ni
hegeliano, se basa en una dialéctica serial sin síntesis. Series de elementos
son concebidos en polos opuestos que jamás se anulan, al no ser transformados
en nuevas series. En una de sus últimas obras, El Principio Federativo, aborda
la serie política a partir de los polos de la Libertad y la Autoridad , el “dualismo
político”. Presenta una historia no lineal, hecha de alternancias. Sucesión de
masas, clases y revoluciones no logran alcanzar plenamente la Libertad justamente
porque intentan, sin éxito, eliminar a la Autoridad. “Rojos” y “azules” (izquierda y
derecha) paradójicamente se invierten, las elites se valen de la democracia
para gobernar y la multitud tiende a apoyar a las dictaduras.
Para Proudhon, la capacidad
política de las clases trabajadoras no está en las revoluciones. Está en el
trabajo, en cuanto habilidad técnica y productiva de “fuerza colectiva” y
también en la organización política: el federalismo. Trató al federalismo
obrero del siglo XIX como prefiguración al modo de vida socialista
anti-capitalista y anti-estatal: el “federalismo agro-industrial”. Éste sería
una manera productiva y pacífica de poner en práctica el agonismo característico
de la guerra. La federación se organiza de modo que la Libertad sea mayor que la Autoridad imposible de
ser eliminada. Mediante la organización local de pequeños colectivos, cuyos
delegados fuesen portavoces, se constituyen federaciones a partir de la
pulverización de los cargos y la distribución del poder de ejecución. Las
partes, sean miembros de los colectivos o colectivos miembros de la federación,
guardan para sí, mayor Libertad que la que conceden, se obligan recíprocamente,
pero pueden romper el vínculo cuando deseen, minimizando la tendencia a la
centralización.
No tan lejos de la Europa de Proudhon, una
Antropología lévi-strausseana basada en el diálogo, como dice Pierre Clastres,
encuentra en los pueblos amerindios ciertas filosofías, mitologías y formas de
organización colectiva que operan como un “dualismo en perpetuo desequilibrio
hecho política”, según Beatriz Perrone-Moisés y Rentato Sztutman. De acuerdo a
ambos, en un movimiento temporal pendular, tanto estacional como histórico, se
presentan formaciones políticas que van del “contra-Estado” al “casi-Estado”.
Colectivos constituidos a veces por “jefes” que, para liderar, están obligados
a dilapidar el poder a través de la generosidad, a veces por una multiplicidad
de “cargos” y “dueños”, además de sub-grupos de asociación y pertenencia
entrecruzados. Por ejemplo, entre los A’uwe-Xavante, hay más de dos divisiones
entre mitades, rangos de edad, líneas de parentesco y separaciones de género,
además de varios cargos político-rituales – muchos son los “jefes” y “dueños”
de algo. Inversiones entre el diametralismo y el concentrismo, entre el centro
y la periferia, afectan las relaciones interiores y exteriores. Su principio
federativo no se funda, como en el ideal proudhoniano, solamente en los frutos
del trabajo, aunque sea verdad en varios casos, como ser en el intercambio de
productos especiales por “panes de sal” en la Amazonia peruana con
matriz Arawak y Paño. Hay también circuitos rituales, festivales y guerreros
que movilizan el federalismo indígena. Lévi-Strauss nota una forma de guerra
atenuada en los festivales lúdicos de América del Norte, al estudiar la
mitología y el pensamiento “salvaje”. Lo mismo puede ser observado en
festivales fúnebres y competiciones con la lucha huka-huka xinguana. O en las
relaciones entre clases rituales a’uwe-xavanes inter-aldeanas, dirimiendo el
fraccionalismo del parentesco a través de carreras con troncos, juegos
deportivos y manifestaciones de canto y danza. Además, el propio parentesco
a’awe-xavante revela elementos que, para Proudhon, serían confederativos. Al
contrario de los fundamentos patriarcales y autoritarios observados por él, el
parentesco a’awe-xavante presenta características libertarias: los lazos no son
sólo dados sino construidos también por elección personal, a través de la
intensificación de la convivencia, la comensalidad y la adoración, de modo que
una persona pueda paulatinamente desafiliarse de su comunidad y afiliarse a
otra.
Lévi-Strauss fue lector de
Proudhon y lo muestra en la conclusión de su tesis sobre las estructuras
elementales del parentesco (orientada por Bouglé…). En palabras del anarquista,
Lévi-Strauss concibe el parentesco como una forma de “reciprocidad”, situada
entre los polos de la “propiedad” y la “comunidad” – límites estériles al ser
tomados solos, pero entre los cuales se establecen una serie de formas de
relación. Se trata de la misma dialéctica que Proudhon aplicaría a la política.
Y que encuentra algunas semejanzas en aquella que Levi-Strauss identificaría en
la filosofía mitológica de América – el dualismo en perpetuo desequilibrio –
que la entología política como la producida en el Centro de Estudios Amerindios
(USP) ha observado en las confederaciones amerindias.
Hoy los indígenas son aclamados
por algunos anarquistas, no sin equívocos, como en el famoso anarco-punk en
homenaje a la
Confederación de los Tamoio. Más allá de las concepciones
tradicionales anarquistas como la federación de individuos del
anarco-plataformismo o la federación anarco-sintetista de grupos de acción
diversa, los anarquistas corren riesgos incluso en el mismo fútbol, como en la Copa Rebelde de Movimientos
Sociales. Quizás pudiesen aproximarse más a las concepciones indígenas
ampliando y diversificando sus alternativas históricas, rompiendo con la visión
unilineal y evolucionista – tan poco proudhoniana, y menos aún lévi-straussena
– y encontrando en los indígenas mucho más que a los “primitivos”.
Mesa de encerramento “Antropologia e Política” - XV
Jornada PPGSA (IFCS – UFRJ)
Rio de Janeiro, Dezembro de 2014.
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